Mayores precios al productor aumentan la probabilidad de que China pueda comenzar a exportar inflación a Estados Unidos y otros países. Los mercados desde los bonos hasta las acciones y el petróleo ya están dando señales de mayores expectativas de inflación sobre la base de las proyecciones de que la economía mundial se está recuperando de la pandemia a medida que los programas de estímulo fiscal incentivan la demanda y se acelera el despliegue de vacunas. 

El alza en los precios al productor también es una señal de que la disminución de la demanda de cobre debido al Año Nuevo Lunar en China podría ser menos severa este año, ya que menos trabajadores suspenden sus labores debido a las restricciones de viaje por el covid-19, según Xiao Fu, director de investigación de productos básicos de BOCI Global Commodities.

“Hay un optimismo abrumador hacia las materias primas este año”, señaló Fu de BOCI por teléfono desde Londres. “Con la flexibilización de la política de los bancos centrales, hay mucho dinero en el sistema y las materias primas parecen ser vistas como un lugar seguro para que los inversionistas depositen su efectivo”.

El cobre subió 1,9% a US$ 8.302,50 por tonelada, su nivel más alto desde febrero de 2013. En lo que va de febrero, el cobre ha ganado 5% y se encamina a su undécima alza mensual consecutiva, ya que los fundamentos ajustados y el dólar más débil también brindan soporte.

A medida que aumenta el ritmo de vacunación en EE.UU. y el presidente Joe Biden busca desbloquear estímulos adicionales, muchos analistas y operadores esperan que el cobre regrese a máximos históricos de más de US$10.000 por tonelada. El repunte, sin embargo, no está exento de escépticos.

Analistas de JPMorgan Chase & Co. dijeron la semana pasada que el superciclo actual impulsado por China alcanzó su punto máximo y que se prevé que el crecimiento de la inversión china disminuya. Los precios del cobre bajarán de un promedio de US$7.700 por tonelada en el primer trimestre a US$6.500 en el cuarto trimestre.

Fuente: 5días.